Le
tengo mucho cariño a la ruta que hicimos el pasado sábado, el Lomo la Rosa. La
hice por primera vez cuando en el colectivo preparábamos la organización del
Encuentro Nacional de Salto del Pastor “Taoro 2010”, colaboramos en la
preparación del mismo muchos de los miembros del colectivo: Petri, Pedro, Toño,
Cecilio, Riky, Ana, David, Horacio, Eduardo, Yedra, Enrique, Pepe, Lencho,
Anibal, comandados por Fran. Estudiamos caminos, entrevistamos a personas,
hicimos las rutas en varias ocasiones, las documentamos y pasamos muchos buenos
ratos juntos. Este blog se estrenó con el curso de ese año y contamos como fueron esos días de diciembre de 2010, lo pueden encontrar en el apartado de Arhivos del blog. Les invito a que le echen un ojo.
Uno de los trabajos que hicimos fue la elaboración de un cuaderno
de rutas, el texto que acompaña las fotos de la ruta del pasado sábado, ha sido
extraído de este cuaderno con la intención de dar respuesta a una pregunta que
me hizo Laura, ¿para qué hacemos el blog? Para honrar la historia Laura, la
nuestra, la que cada día de ruta nos une para dar unos brincos, compartir la
belleza de los lugares que transitamos y las historias que encierran, echarnos
unas risas juntos y que nos entren ganas de volvernos a ver otro día en el
risco. Gracias a todos/as por el día que nos hicimos (Marcos, Gazmira, Laura,
Lourdes, Tomás, María José y Javi) y gracias Laura por preguntar. Les dejo con
el texto y así también honramos la historia del colectivo!!!
Ruta Jaira 1: Lomo la Rosa-Lomo la Cruz
Recorrido total: 7300 metros
Tiempo total estimado: 5 horas.
Salida: Tegueste. Camino los Laureles
Llegada: Piscina de Bajamar
El
Parque Rural de Anaga alberga las cuatro rutas del segundo día. Sus riscos, que
antaño fueron zona de transición entre los menceyatos de Anaga y Tegueste, hoy
son parte de la costa de La Laguna. Desde ellos divisaremos Punta del Hidalgo,
topónimo ligado a una famosa leyenda guanche, la de Zebensuí. La leyenda nos
cuenta que era hijo ilegítimo de Tinerfe el Grande, mencey de la isla antes de
su división en nueve menceyatos y que esta franja de terreno eran sus dominios.
Según la historiadora María Rosa Alonso, su auténtico nombre pudo ser Aguaco,
topónimo que hoy existe en el lugar.
Iniciaremos las rutas en el casco de
Tegueste por el Camino de los Laureles, una de las primeras vías de
comunicación de los guanches en la isla. Es un camino empedrado y bordeado por
árboles del monte verde canario y plantas menores que nos conduce a la plaza de
la Arañita y desde donde se asciende hasta la Degollada entre la Mesa de Tejina
y La Orilla, por el camino de la costa, un antiguo camino de guanches que
comunica el valle de Tegueste con Bajamar. Es un sendero de suave ascenso, bien
señalizado y por el que transitaron nuestros antepasados con el objetivo de
llevar al ganado a los frescos pastos costeros o bien para surtirse de
proteínas marinas (pesca y marisqueo). Al margen derecho del sendero se
encuentra una pequeña estación de cazoletas y canalillos entre una capa de
basalto y otra de toba volcánica, que bien podría tratarse de un sistema de
recolección de agua. Y en el margen izquierdo, el Barranco de Agua de Dios, hoy
declarado Bien de Interés Cultural por tratarse de una importante zona
arqueológica y una de las mejor estudiadas de la isla.
La primera parte del camino es una zona
agrícola con restos de vegetación
autóctona ubicada bien en los márgenes del mismo o en el barranco, donde
podemos observar grandes ejemplares de barbusanos y mocanes. La capa vegetal ha
sido transformada por la mano del hombre con la introducción de especies
foráneas: tuneras (Opuntias), piteras (Agave) y algunos bosquetes de
alcornoques. Dentro de las autóctonas destacamos los inciensos (Artemisias),
lengua de pájaro (Globularia), tabaibas (Euphorbias) y verodes (Aeonium). En la
parte alta habita un bosque de pino foráneo utilizado para la explotación
forestal. En la actualidad está en proceso de tala y restauración del monte
verde original.
En
la Degollada el grupo se dividirá, unos ascenderán hacia la Mesa de Tejina y el
resto hacia la montaña de la Orilla.
Curiosidades y anécdotas
Camino de la Costa
El
Camino de la Costa, si bien pudo tener el uso descrito en los carteles durante
la etapa aborigen, según Juan José ‘Oche’ Rodríguez Hernández, se llama en
realidad la Vereda de las Lecheras. Era costumbre que la gente de Tegueste, con
burros, fueran a por leche de vaca de las que se criaban en las inmediaciones
de La Goleta. Según Oche ese nombre de ‘la costa’ es postizo, se lo pusieron
después.
La plaza de la arañita
La
plaza de la arañita fue durante mucho tiempo el punto de encuentro entre los
que traían la leche desde la orilla, la mesa de vargas, Montiel, etc. Las
lecheras la recogían aquí y la llevaban a para vender hasta Santa Cruz. Nos
cuenta Eulogio, que repartió mucha leche con su madre, “por cada ocho litros de
leche, le echaban dos de agua”. Recuerda que una vez le vendió leche buena a
una señora a la que no le había vendido nunca y cuando lo volvió a ver le dijo
que la leche no era buena, que se había hecho espuma cuando hirvió, “fíjese si
había bebido agua”.
El
trabajo de las lecheras se acabó cuando “los señoritos hicieron la celgan,
entonces se prohibió vender leche por las casas”
Descripción
Al tiempo que el resto de los grupos, abandonaremos también la Gollada
ascendiendo por el Camino de la Orilla en dirección a la montaña del mismo
nombre, donde se asienta un pinar foráneo. En unos 20 minutos alcanzaremos el
Lomo del Medio que está siendo repoblado con ejemplares de fayas y madroños,
fundamentalmente, por lo que cuidaremos no dañarlos. Apenas comencemos a bajar,
nos dividiremos en dos grupos: uno, de nivel baifo, continuará por el mismo
lomo, mientas que el otro, de nivel jaira, atravesará un pequeño barranco,
entre brezos y matorral de Lengua Pájaro para montarse en el Lomo la Rosa.
El descenso por el Lomo del Medio está muy acorde con el nivel de esta
ruta, por lo que se podrá disfrutar de pequeños brincos y bastoneos sin mayor
preocupación. Este grupo alcanzará pronto el Camino de la Costa, por el que
momentos antes habrán visto pasar, ufanos aún, a los componentes de la ruta
guanil en dirección a La Goleta (primera y suave etapa de su travesía).
Continuarán por el camino citado mientras ven recortarse, al Este, las siluetas
de los/as saltadores/as jairas sobre el Lomo de la Rosa, con quienes se
reunirán antes de iniciar el descenso del Lomo la Cruz.
El Lomo la Rosa nos ofrecerá uno de los mejores tramos de las rutas de
este día. Su nivel jaira no impide que podamos elegir saltos y bastoneos de
diversas alturas y dificultades. A buen seguro que lo disfrutaremos. Por otra
parte, su perspectiva será de las más privilegiadas, pues desde su atalaya, y
orientándonos hacia el Oeste, divisaremos sin mayor dificultad a los
componentes de la ruta baifa sobre el Lomo del Medio, a los guaniles atravesando
raudos el Camino de la Costa y, recortándose su silueta sobre la arista de la
Piedra del Viento, a los componentes de la otra ruta jaira que cruzaron la Mesa
de Tejina.
Como apuntábamos anteriormente, ambos grupos volverán a coincidir sobre
el Lomo la Cruz, que repartirá satisfacción para todos, pues cada cual podrá
elegir la dificultad más acorde con su nivel.
En cuanto a la flora del lugar, cabe destacar, en el tramo del Lomo
del Medio y Lomo la Rosa, la diferencia entre un lado de la loma más húmedo y
frondoso por in-fluencia directa de los alisios y otro lado más seco y soleado.
Mientras, en el Lomo la Cruz apreciamos un cardonal-tabaibal bien conservado y
una gran densidad de guaydiles (Convolvulusfloridus).
Al fin, cruzaremos la carretera para caminar por el margen derecho del
Barranco Perdomo y luego continuar por el paseo de la costa hasta las Piscinas
de Bajamar. Como al resto, nos espera un refrescante baño si así nos apetece.
JUAN